El salmón salvaje ahumado... ¿La octava maravilla?
A diferencia del salmón salvaje tradicional, el salmón salvaje es de sabor más suave, textura firme, color rosado y con menor contenido de grasa.
Aconsejamos introducirlo en elaboraciones, como ensaladas, carpaccios, sushi, canapés, bocadillos, pastas... Y consumirlo a cualquier hora del día: desayunos, aperitivos, comidas y cena.
El salmón ahumado es considerado como un alimento seguro incluso durante el embarazo y es el que tiene menos residuos de pesticidas según la bbc.
Puede reducir el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular en un 35% ya que es muy rico en vitaminas y minerales, en proteínas magras y en omega 3 y esto reduce el riesgo de Diabetes, Cancer, Hipertensión, Depresión, osteoporosis y la degeneración muscular por la edad.
Una porción de 3 onzas de salmón salvaje de Alaska le da un 20 % o más de la cantidad diaria recomendada de vitaminas B6 y B12, así como niacina, que son esenciales para metabolizar proteínas, carbohidratos y grasas. Estas vitaminas son necesarias para sintetizar hormonas y neurotransmisores, respaldar la función del sistema nervioso y ayudar a regular otros nutrientes en el cuerpo.
Del salmón salvaje de Alaska también puede obtener cantidades de selenio, magnesio y fósforo. El fósforo y el magnesio son esenciales para la salud ósea, mientras que el selenio ayuda a inhibir el daño de los radicales libres y garantiza la salud del ADN y el tejido celular.
Mientras tanto, se dice que los ácidos grasos omega-3 en el salmón salvaje de Alaska están relacionados con un riesgo menor de presión arterial alta, colesterol alto, arritmia cardíaca y enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, recuerde que, para obtener estos beneficios, debe asegurarse que sea un verdadero salmón salvaje de Alaska y no el salmón de cultivo inferior.